Nada puede malir sal!

lunes, 27 de abril de 2009

On lunes, abril 27, 2009 by El escritor in , ,
Jon Bohmer, inventor de la 'Kyoto Box'- una cocina solar hecha a partir de dos cajas de cartón- está convencido de que su artilugio salvará muchas vidas y muchos árboles en todo el mundo. Todavía un prototipo, la cocina solar 'Kyoto Box' muy pronto, en apenas un par de meses, será una realidad en más de veinte países de África, Asia y Latinoamérica, según cuenta el padre de la criatura que todavía no se cree el revuelo que ha provocado su artefacto, premiado con 75.000 dólares hace unas semanas por el Foro para el Futuro.



"Gracias a mi cocina solar se dejarán de cortar árboles en muchos países y además se acabarán las violaciones en el bosque de mujeres que recogen leña y se hervirá el agua de forma muy fácil de manera que se acabará con la insalubridad y muchas enfermedades", afirma este noruego afincado en Kenia, que llevaba cinco años tratando de dar con una solución ecológica, económica y eficiente para generar energía en los países en vías de desarrollo. La solución llegó una tarde inesperada, en el jardín de su casa, mientras jugaba con su hija de cinco años, quien también participó en la creación del diseño pintando los laterales de la caja de color negro, para que absorbiera mejor el calor.

"El 80% de las enfermedades que matan cada año a miles de niños e incluso adultos, como el cólera, se deben a que el agua tiene bacterias y se bebe sin hervir", explica Bohmer, quien más que inventor prefiere autodenominarse "emprendedor". "Con la 'Kyoto Box', se dejarán de cortar árboles, habrá menos desertificación y, además, habrá menos violaciones de mujeres, que podrán invertir el tiempo que gastan en recoger leña en hacer artesanías, así como menos muertes por inhalaciones de humo. Es una cadena y todos salimos ganando", cuenta Jon desde su casa-taller de Nairobi, donde acuden decenas de admiradores a diario, deseosos de hacer joint venture con el inventor.

Pese al reconocimiento de ahora, Bohmer lamenta el desamparo que se ha encontrado en la endogámica comunidad científica en su carrera de investigador. "Me rechazaron la propuesta en más de 200 instituciones. Incluso me puse en contacto con la Fundación Bill Gates y me dijeron que ellos solo se dedican a investigar en medicinas. No entiendo cómo todavía no se han dado cuenta de que la mayor parte de las enfermedades en África se deben a la insalubridad del agua. Hervir el agua y proporcionar una herramienta barata para hacerlo es un buen comienzo para acabar con muchas enfermedades", cuenta resignado Bohmer, quien ahora se ha convertido en toda una referencia en el mundo de la energía solar en países en desarrollo.
El precio, la diferencia

Pero, ¿qué hace diferente este invento de las decenas de cocinas solares que ya se comercializan en medio mundo? "El precio", afirma el inventor. "Mi cocina solar cuesta 4 euros, las que hay en el mercado, 40", agrega el hombre que confiesa que ha recibido correos electrónicos amenazadores de personas anónimas que critican los aplausos que ha generado la aparentemente ineficaz caja de cartón. "Recibo centenares de correos electrónicos al día", cuenta Jon, quien tampoco entiende cómo una "caja de cartón" puede llegar a ser tan polémica.

Y es que muchos critican que Foro para el Futuro decidiera otorgar el premio a la sostenibilidad a una simple caja de cartón que gracias a un plástico transparente, a la pintura negra y a un poco de papel de aluminio permite hervir agua en una hora además de cocinar cualquier alimento. Entre tanto email, también los hay de admiradores. Las últimas, un grupo de mujeres de la India que se dedica al "yoga solar" y que ven en la 'Kyoto Box' la "representación de todas sus creencias", cuenta Bohmer con la sonrisa en la boca.

A pesar de que el prototipo es de cartón, en dos semanas empezará la producción en Malasia de las 'Kyoto Box' hechas de plásticos reciclados, para proteger las cajas del agua. "Queremos aprovechar las miles de toneladas de plásticos que hay flotando en los océanos", explica el noruego, que además de su 'Kyoto Box' se ha sacado de la manga una bolsa de plástico que se cuelga de los árboles que hace las veces de ducha móvil en lugares donde no hay agua corriente.