Nada puede malir sal!

jueves, 12 de noviembre de 2009

On jueves, noviembre 12, 2009 by El escritor in , , , ,
He escuchado rumores, y hasta bromas al respecto de esta temática. Por logeneral, de personas que no saben bien de lo que hablan.

El software libre representa el máximo exponente de creatividad y apertura de la informática para el mundo entero. Rompe con las barreras que separan al tercer mundo del primero. La principal causa que me motiva a formar parte del grupo que apoya al software libre es que éste posibilita que el mundo acceda a la computación sin límites, o que al menos esté limitada tan solo por la voluntad de los interesados, y no por la voluntad de gobernantes y magnates millonarios (léase, Bill Gates y sus amigos licenciatarios).

En América Latina, Estados Unidos, África, y algunos países de Asia, la gente no conoce lo que es leer un mail o comunicarse con Skype o dibujar en AutoCAD porque debe pagar para hacerlo. Y esto, sacando el tema de que para utilizar un software es necesario poder adquirir una computadora antes. Y ese es justamente el concepto que los países neoliberales del norte y Europa tienen en vista para el tercer mundo, porque les conviene. Conviene que en Manhattan y en Londres los gobiernos se manejen con siftware que en Venezuela y Etiopía no conocen. Porque la base para ser potencia en el mundo moderno es el conocimiento y el acceso a la información.

El software libre rompe con esa barrera. Permite que los latinoamericanos puedan desarrollar un software para operar una super computadora, o que accedan a Internet y escriban un blog (como la famosa cubana de estos tiempos) para sacar su ideal fuera de sus fronteras.







Además, el software libre es “auto – útil”. Se sirve a sí mismo. Porque al liberar el código de un programa se abre la puerta a que éste crezca y se convierta en algo enorme y casi perfecto, ya que miles de personas se verán tentadas a mejorarlo, adaptarlo y optimizarlo de acuerdo a diferentes condiciones y ambientes de uso. Además, un código liberado significa una forma legal (lejos de la piratería) de promocionar un software. Eso, al parecer, lo ha entendido a la perfección Sun Microsistems, que desarrolló Solaris (sistema operativo de código abierto gratuito) y el mismo OpenOffice 3 que estoy utilizando para redactar este artículo.

Microsoft conoce la piratería. Sabe quiénes entran a Windows Live Hotmail con su Windows 7 pirateado. ¿Por qué no lo frena? ¿Acaso es tan difícil crear un Windows que no pueda ser pirateado? Pues no. Es super sencillo. Solo que no le conviene a Microsoft, ya que la piratería permite que su software sea opinado, difundido, utilizado y es eso lo que lleva a la estadísitca de que el 90% de las computadoras del mundo camina con alguna versión de Windows. Cualquiera puede preguntarse cuál es el motivo para que Microsoft prefiera utilizar la piratería como su aliada secreta, y no el OpenSource. Y no hay demasiadas respuestas para ello.

El hecho es que Microsoft hoy en día domina el mercado. Y lo hace no solo por Windows, sino por sus demás productos de software y hardware y principalmente por sus convenios y contratos millonarios con otras corporaciones líderes del sector informático. Por eso cuando compramos una Dell ya viene con Windows preinstalado, aunque no queramos pagarlo (aunque recientemente en Asia, Dell está incluyendo decenas de modelos de portátiles con Linux para abaratar costos). Por eso, cuando queremos trabajar en una imprenta o editora de revistas debemos conocer el manejo de Photoshop, que solo corre bajo Windows (hacerlo correr con Wine en Ubuntu a veces trae problemas). Y la competencia a los programas como éstos no puede contra el software pago. No puede no porque los programadores no sean eficientes, sino porque a nadie le interesa retocar una foto en The Gimp, sino en Photoshop.

Por otro lado está el fantasma de la licencia. Porque no es lo mismo “Software libre” que “Software gratuito”. Eso es cierto. Lo que pasa es que cuando un Photoshop se hace libre, si bien puede ser de pago, habrá otros desarrolladores que lo harán gratuito ya que conocerán el código necesario para compilarlo. Ahí se acabaría el negocio de Taringa, los crackers y de Adobe. Y no quedaría otra alternativa más que Adobe obtenga dinero de otras fuentes o generando otra estrategia. Podría por ejemplo, existir una versión más actualizable y con característica adicionales y con soporte técnico las 24 horas y que sea paga, y a la vez, Adobe podría ofrecer una versión online gratuita, a la vez que liberase el código. Son tantas las alternativas, que la verdad, las empresas se quedan sin excusas, y en mi opinión pronto muchas empresas reacias reconsiderarán su posición y se abrirán al software libre. También es posible que en el futuro, sistemas operativos como Linux Ubuntu y sus amigos se vuelvan pagos, pero eso desde luego no sería un gran problema para todos, ya que como dije antes, el código sería libre y comenzarán a salir al mercado versiones gratuitas mantenidas por comunidades.

El día que le mundo apueste al software libre, será el inicio de una nueva era. La era en la que la informática sacará dinero de los usuarios a partir de otras estrategias y que el mundo será mucho más seguro, ya que la piratería caería a niveles muy bajos. Mientras el mundo no se comprometa con esta cuestión, no habrá manera de hacer que Linux se convierta en el mejor sistema operativo de amplia utilización en el mundo.